No perdamos el objetivo, que no es otro que la EFICIENCIA ENERGÉTICA.
Los fabricantes aportan soluciones para alimentar a dos temperaturas los elementos terminales, el suelo radiante-refrescante por un lado y los fancoils, o radiadores de baja temperatura por otro.
En invierno tanto mayor es la eficiencia de la bomba de calor, cuanto menor es la temperatura de impulsión.
En verano, tanto mayor el ahorro cuanto mayor sea la temperatura del agua utilizada para refrigerar.
Pues bien, si con agua a 35 grados conseguimos confort, alimentando un suelo radiante, alimentar un fancoil con agua a 45 ºC es penalizar la eficiencia de la máquina.Utilizar la mezcla del agua de retorno para alimentar el suelo es "engañarse a si mismo", la bomba de calor está produciendo agua a 45 ºC, cuando debería en aras del ahorro hacerlo a 35 ºC.
En Madrid para verano, con impulsión de agua a 12ºC es muy difícil alcanzar rocío, el suelo bien dimensionado funciona muy bien, y no es necesario producir agua a 7ºC.
Una vivienda será mas pasiva si con agua a 35ºC cubrimos las necesidades de calefacción, aunque usemos como apoyo fancoils, pero alimentados con la misma temperatura. Una vivienda será mas pasiva si con agua a 12ºC cubrimos las necesidades de refrigeración, alimentando el suelo y el fancoil a la misma temperatura, y tan sólo porque sea necesario aumentar el rendimiento del fancoil por falta de potencia instalada, debemos pensar en las dos temperaturas. Dos temperaturas que debemos configurar en la instalación con un control electrónico independiente del que gusta aportar al fabricante de la bomba de calor, en aras de la FIABILIDAD de la instalación y de no incurrir en la CAUTIVIDAD al fabricado, que desea el fabricante.
Fdo: José López Cano
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